El gran misterio de la vida nunca nos será revelado, los innumerables porqués seguirán sin respuesta eternamente. Se añoran otros tiempos en los que no nos resultaba difícil sonreír. Hoy parecería que el miedo se ha llevado las sonrisas. El recuerdo de los que no están comienza a tornarse cada vez más lejano, por momentos uno debe hacer un esfuerzo para traer al presente afectos del pasado que cual medicina para el alma logran anestesiar momentáneamente el dolor de sus ausencias. Tal vez, la vida no sea el jardín del Edén, y muchas veces el maldito innombrable goza de hacernos zancadillas para marchitar la belleza de los días vividos.
Me recomendaron escribir como una forma de terapia. La necesidad surgió de inmediato, casi como una forma de catársis reclamada por mi alma para ayudar, de alguna forma, a exorcisar algunos fantasmas que me han venido atormentado el último tiempo. Quizás uno al ponerse grande, o tal vez al ir envejeciendo comience a refugiarse en aquellos recuerdos de cuando la vida parecía un largo y sinuoso camino, en el que todo estaba por hacerse, y donde los sueños, los proyectos, los afectos nos iban a sorprender ante cada paso que fuésemos dando, ante cada estación de ese interminable tren cuyas vías y durmientes nos parecían tan lejanos e inalcanzables como un arco iris después de una fuerte tormenta.
Varias veces en mi vida me tuve que enfrentar a ese abismo sin fin, la partida de mi padre, el servicio militar en pleno conflicto bélico de Malvinas, la partida de mi madre, los proyectos de familia truncos, en fin, demasiadas cicatrices en el alma y un dolor que cuesta convertir en lágrimas, cuando se endurecen los sentimientos y uno trata de impermeabilizar el cuerpo para no dejarse atravesar nuevamente por las malditas flechas de la sinrazón.
Habré perdido la fe? Será que ese vacío que nunca ocupé con Dios hoy me esté pasando factura? Será mi inclaudicable racionalidad la que me impulsa estos razonamientos? O tal vez, la búsqueda del porqué de nuestra existencia, ese afán de llegar siempre a la verdad, esa necesidad de querer saber más develando todos aquellos secretos que nos han sido esquivos durante toda la vida, esa necesidad de hallar respuestas certeras a tantos porqués.
This is not the end, and the love you take, always will be equal to the love you make...
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