Un lugar donde encuentra refugio la música, donde la expresión escrita revive el sentimiento visual, donde el arte despierta lo mejor de cada uno, donde la solidaridad es una melodía que al sonar dibuja las mejores sonrisas en el alma de quien mas las necesita. "...and in the end, the love you take is equal to the love you make..."
domingo, 29 de julio de 2012
"ALAN HAKSTEN GRUPP" - Noche de Tango en "La Oreja Negra", Míércoles 25 de Julio de 2012
“El tango en mi país, como en el resto del mundo, ha ido ganando popularidad en los últimos años. La gente baila milongas, pero no escucha tango tradicional en la radio. Los suecos no saben bien cómo suena el tango en realidad. Tienen el típico concepto de música y baile pasional. En Estocolmo hay algunas performances algunas veces al año, pero de todas maneras la gente no conoce mucho.”
Beata Söderberg
(Cellista y Compositora de Tangos, nacida en Linköping, Suecia)
Es noche de miércoles en Buenos Aires, un frío húmedo hace sentir su presencia en una ciudad donde el invierno invita a buscar el calor de los hogares. Sin embargo, prefiero emprender mi marcha hacia el barrio de Palermo, donde en un disimulado local, curiosa mezcla de teatro y bar, me espera una vez mas la ALAN HAKSTEN GRUPP.
Decido subir al primer taxi que se cruza en mi camino, y mientras me dirijo a mi destino de tango me resulta inevitable ir asociando pensamientos e ideas sobre lo que me espera esta noche: voy a presenciar un espectáculo de “dos por cuatro” en un barrio que antaño era frecuentado por “taitas” y “malevos”, donde en locales del estilo de “Lo de Hansen” se disputaba en peleas sangrientas el amor de hermosas mujeres como “la rubia Mireya”. Afortunadamente, hoy ya no es lo mismo, sin embargo Palermo ha cambiado su piel, ahora es un barrio de estilo descafeinado, light, con nombres de fuerte impronta anglosajona, que poco o nada tienen que ver con aquellos años en los que este barrio era sinónimo de tango, desafortunadamente…
Vuelvo sobre mis pensamientos una vez mas y me resulta inevitable desandar esta ecuación de extrañas coincidencias: el creador de esta orquesta de tango es el nieto de Bengt Allan Haksten, marino sueco de Gotemburgo, que allá por 1949 en una escala en el puerto de Buenos Aires fue víctima del “flechazo” de Lidia, una argentina que estaba despidiendo a un familiar, y así, de esta casualidad nació el amor, y de ese amor nace una larga historia que llega a Alan Haksten, el fundador de una excelente orquesta de tango, que en sus propias palabras define este género musical afirmando que “El Tango es música del alma que habla de puertos y de adioses y de nostalgias y amores naufragados. El tango es un lenguaje musical que surge en el puerto de Buenos Aires, mixturas de distintos sones traídos por marinos provenientes de diferentes puertos del mundo.”
Es en esta asociación de ideas donde pienso en el abuelo de Alan, en las palabras de Beata, en el tango, en el concepto que del mismo tiene nuestro músico, en Argentina y Suecia, en este puente imaginario que une dos ciudades tan diferentes y tan parecidas como Gotemburgo y Buenos Aires, como Linköping y Buenos Aires también, porqué no? Es acaso el tango, nuestro tango un arco iris imaginario sobre el que transitamos a diario y con el que unimos culturas, estilos, sonidos, afectos, muchas veces sin siquiera saberlo? Me dirijo en búsqueda de la respuesta.
La presentación de AHG es precedida por el “Cuarteto Timotteo”, un grupo de excelentes músicos que en ocasión de la visita a nuestro país del genial Roger Waters compartieron escenario con Harry Waters, el hijo del reconocido bajista de Pink Floyd. Y claro, no puedo menos que imaginar a la gran banda de Cambridge cuando observo la pantalla circular que se encuentra a espaldas de los músicos.
Para aquellos que tenemos nuestros oídos acostumbrados a la música clásica y el rock, escuchar tango no parece estar entre nuestras prioridades, a veces ni siquiera entre nuestras preferencias, de hecho en mi caso es así. Pero a veces se cruza en nuestro camino una orquesta que nos hace repensar este género, una conjunción de músicos que nos invitan a una “gira mágica y misteriosa” donde aquellas melodías que nos parecían tan lejanas, propias de nuestros padres o abuelos, en muchos casos asociadas a estados penosos o desgraciados de nuestras vidas, se tornan curiosamente distintas, diferentes, comienzan a dejar huella en nuestra memoria musical y nos señalan que el tango puede ocupar un espacio en nuestras vidas, con un derecho que le es propio, que le asiste, que está bien ganado. Pero ese espacio tiene un mentor, un mecenas, un responsable: la ALAN HAKSTEN GRUPP.
Desde el inicio mismo de su presentación, se suceden uno y cada uno de los temas que componen el primer Cd de la AHG “Capullo de A.N.C.U.R. en una noche de mil nacientes”, un nombre ciertamente llamativo, con una sigla de misterioso significado. Puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que tangos del estilo de “Retorno”, “Vértigo”, “El Espejo” y “A.N.C.U.R.” están llamados a trascender, son lo que en nuestra jerga se podría llamar “tangazos”.
Asimismo, se agregan al setlist “Tormento”, hermosa melodía instrumental, con un agradable dejo de nostalgia, “El Tiempo Después” es uno de esos tangos cadenciosos, con mucho de arrabal amargo, “Hacia el nuevo Camino” es realmente la hoja de ruta de un viaje por las calles de Buenos Aires, uno puede imaginarse transitando nuestra Avenida Corrientes, en dirección al barrio de San Telmo, de ahí a Barracas, volviendo por la Boca, acompañado de un persistente aroma de río, ese que se siente cuando el viento del Este señala tormenta.
Tres tangos que no forman parte del Cd son parte de la presentación y desde ya no le van en zaga a los elegidos para el vinilo moderno, ellos son “Derrame”, “Los que dejaron su Huella” y “Combate”.
Indudablemente, uno no puede menos que sorprenderse ante la composición tan heterogénea de esta orquesta, por un lado la guitarra eléctrica de Alan Haksten, sí, leyeron bien, una guitarra eléctrica que dice tango, que parece señalar el norte hacia el cual se dirigen estas melodías, hermosas melodías, raro entrevero de un Astor Piazzolla y un Horacio Salgán, dos bandoneones, sí, volvieron a leer bien, dos bandoneones perfectamente ejecutados por Aldana Bozzo y Nicolás Codega, ambos con un sentir que se percibe, es notable esa fusión que se produce entre el músico y su instrumento, uno puede apreciar este maravilloso milagro simplemente al observar el rostro de Aldana ante cada compás, ante cada nota que sale de su bandoneón, el piano es ejecutado con admirable seguridad por Noel Morroni, dos violines, sí, también duplicamos en este caso, y de hecho suenan muy bien en las manos de María Florencia Prieto y Tomás Quindi, el contrabajo merece un capítulo aparte, en el se encuentra Alejandro Abbonizio, el que además de músico, es compositor de alguno de los tangos que forman parte del repertorio de la AHG, su apellido (es inevitable), trae a nuestra memoria aquella recordada Trova Rosarina del Rock Nacional, de principios de los años ochenta, donde justamente fue Adrián Abonizio uno de sus integrantes, por supuesto en este caso ni siquiera son familiares, pero ambos son igualmente excelentes músicos, el violoncelo es responsabilidad de Juan Bellagamba, el que aporta un toque especial, clásico, al sonido de este excelente grupo de músicos.
Finalmente, la voz y el estilo de Josefina Rozenwasser son dignos de las mejores cantantes de tango que ha dado este género, sin dudas, está llamada a formar parte de la galería de las grandes, su timbre de voz, muy similar al de nuestra Silvina Garré (es muy difícil no resistir a la tentación de pedirle que alguna vez cante “Canción del Pinar” para probar esta afirmación), la claridad de su canto y su gestualidad escénica brindan el marco ideal a la presentación de la AHG.
El espectáculo toca a su fin, nuevamente me encuentro caminando por las frías y húmedas calles de Buenos Aires, buscando un taxi que me devuelva a la calidez de mi hogar, después de una noche de mil nacientes, en la que me empiezo a dar cuenta que el tango que supo esperarme en alguna esquina de Palermo, quizás ya no lo siga haciendo, tal vez y sólo tal vez, en esta noche el tango esté naciendo en mí.
Gracias Alan Haksten Grupp!!! Ojalá nuevos discos y recitales nazcan de los capullos de A.N.C.U.R….
Alberto Cesar Della Bianca.
Nota del Autor: la presente es una colaboración desinteresada para la revista KONTAKT, publicación oficial de la Asociación Sueca y de la Comunidad Sueca en Argentina.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario