Un lugar donde encuentra refugio la música, donde la expresión escrita revive el sentimiento visual, donde el arte despierta lo mejor de cada uno, donde la solidaridad es una melodía que al sonar dibuja las mejores sonrisas en el alma de quien mas las necesita. "...and in the end, the love you take is equal to the love you make..."
domingo, 29 de julio de 2012
"EL MAR QUE INUNDA EL DIA", de JULIETA BRIZZI (Comentario de su libro y de la presentación en la Iglesia Sueca el 23 de Junio de 2012).
“Comprendí que el trabajo del poeta no estaba en la poesía; estaba en la invención de razones para que la poesía fuera admirable…”
El Aleph, Jorge Luis Borges.
…y admirable es sin dudas la obra de Julieta Brizzi, su libro, sus canciones, su sencillez, su creación.
La poesía de Julieta Brizzi provocará en sus lectores una agradable combinación de emociones y sensaciones, las primeras pueden percibirse a medida que se avanza en la lectura de sus páginas, las segundas nos llevarán a un imaginario viaje por tierras escandinavas.
Sus poemas no sólo permiten que compartamos todo el afecto que ella siente por aquellos lejanos territorios, sino que al mismo tiempo se convierten en una invitación a la reflexión pausada, a sentir la calidez de la letra nacida de la capacidad expresiva del alma.
Elegir algunos de los poemas que componen esta obra por sobre el resto, es tarea difícil para el lector, atento que cada uno de ellos tiene su particular encanto. Sin embargo, me atrevo a recomendar la lectura de “Oslo”, “Misterio”, “Segismundo encarcelado”, “Riksbron”, “Soledad” y “Sonata de Primavera”. Insisto, esta elección es absolutamente personal, porque cada poema tiene una atracción particular, en muchos casos hasta casi mágica.
El estilo de Julieta Brizzi oscila entre el talento creativo y la nostalgia sentida, recorriendo un pentagrama de emociones, en el que las letras de cada uno de sus poemas emiten la música que refleja la calidez de su alma.
La sensación de haber recorrido tierras nórdicas, de haber sido parte de la mitología y de la historia de pueblos que nos parecen tan lejanos, pero al mismo tiempo tan cercanos a nuestro corazón, se torna inevitable ante la lectura de muchos de los poemas que nos regala su autora.
Consejo para los lectores: consigan este libro (viene acompañado de un Cd que contiene la lectura de los poemas que forman parte de la obra), procedan a leerlo provistos de una buena taza de café caliente, en un lugar entre cálido e íntimo de sus casas, si es posible con alguna ventana que les regale una hermosa vista a un jardín o a un parque, y con la música de fondo de algún Cd de Eva Dahlgren. Les recomiendo que así lo hagan, no se van a arrepentir, después me cuentan.
La Presentación:
La tarde del sábado 23 de junio me dirigí a la Iglesia Sueca, a la presentación del libro de Julieta Brizzi, el que yo había leído un par de semanas antes, por lo cual no dudé ni un instante en hacerme presente en este encuentro que prometía ser realmente interesante, y de hecho, así fue.
En aquella ocasión disfruté de una exquisita sucesión de momentos, los cuales ya desde el mismo inicio estuvieron imbuidos de un cálido y agradable ambiente. Creo que no estaría faltando al buen juicio, si dijera que esa antigua iglesia se llenó de musas inspiradoras y benévolos fantasmas con ansias de ser testigos de la presentación de un excelente libro de poemas, cuya lectura fue acompañada por las imágenes que en una pantalla reproducía paisajes y episodios nórdicos.
La lectura de algunos de los poemas que contiene el libro, la colaboración de un invitado proveniente de los Estados Unidos, que tradujera a su propio idioma uno de los textos y que muy gentilmente accediera a regalarnos el mismo en un inglés de sonido casi británico, convirtieron esta jornada en un recuerdo indeleble, que quedará grabado por siempre en nuestras memorias. El cierre fue casi una sorpresa inesperada, al menos para quien escribe estas líneas, asiduo asistente a cuanto recital se presenta en Buenos Aires, con justamente un mini-recital que tres hermosas princesas con espíritus nórdicos (una de ellas Julieta Brizzi), regalaron a nuestros oídos musicalizando textos del mismo libro.
Finalmente, después de unas ricas tazas de Glögg acompañadas de unas exquisitas galletas de jengibre, inicié el camino de regreso a mi hogar, embargado por una mágica sensación de placer, emocional e intelectual. Gracias Julieta, ojalá en poco tiempo tengamos en nuestras manos una nueva obra de tu autoría!!!
Alberto Cesar Della Bianca.
Nota del Autor: la presente es una colaboración desinteresada para la revista KONTAKT, publicación oficial de la Asociación Sueca y de la Comunidad Sueca en Argentina.
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