jueves, 3 de noviembre de 2022

 

MIERCOLES 02 DE NOVIEMBRE DE 2022

COLDPLAY: UNA NOCHE INOLVIDABLE.

 



Tocaba a su fin la década de los noventa y una canción junto a su video comenzaba a instalarse en mis oídos con la misma velocidad del sonido, era justamente, «Speed of Sound», de una banda inglesa cuyo nombre aún no me sonaba muy conocido: Coldplay. Vaya nombre me dije, algo así como «Tocar en frío»? Pues bien, como me ocurre siempre quise escuchar algo más de ellos, de modo que hice lo que siempre hago, adquirir el álbum correspondiente a ese tema, el que, dicho sea de paso, fue duramente considerado por la crítica de aquél entonces, sin embargo, para mí fue descubrir algo nuevo, un sonido distinto, eso que nos sucede cuando una canción te mueve algo, te toca una fibra, y te impulsa a querer saber más de ellos, escuchar otros temas, y porqué no, ir a verlos en vivo. La primera vez que pisaron suelo argentino no los pude ver, hicieron un par de Gran Rex y las entradas volaron, pero en 2010 tuve revancha, los pude ver en un Estadio Monumental con lleno total presentando «Viva la Vida», en un recital de primer nivel, y donde confirmé que no me había equivocado el día que comencé a adquirir su discografía. Sin embargo, lo de anoche, lo vivido anoche en el mismo lugar que hace doce años atrás, fue absolutamente superlativo, no existen palabras para expresar la enorme calidad de la presentación de la banda inglesa. Cómo te explico que fuimos todos y todas parte de Coldplay, cómo te explico la enorme energía positiva desplegada por Chris Martin y su banda junto a la inigualable devolución del público, cómo te explico esas ganas de darles un abrazo y agradecerles el maravilloso regalo que nos estaban entregando, cómo te explico ver familias enteras, hijos, tal vez nietos, porqué no, sobre los hombros de sus padres con rostros de estar viendo algo de otro planeta, cómo te explico las lágrimas de las adolescentes y de esas señoras que pasaron los cuarenta y que se seguían emocionando como si fueran esas mismas adolescentes, cómo te explico mi propia emoción al ver los rostros de mi prima Florencia y de mi gran amiga Verónica no sólo emocionándose, sino bailando, y entrando casi en un estado hipnótico por no poder creer lo que estaban presenciando, cómo te explico mis Gracias Totales al cielo, a mis viejos, a mi vieja en especial por aquél primer álbum de The Beatles, sin el cual yo, seguramente, no hubiese estado anoche disfrutando de Coldplay, cómo te explico tantas, pero tantas sensaciones vividas anoche en River.

Y sí, fueron pasando «Speed of Sound», «Paradise», «A Sky full of Stars», «In my Place», «Fix You», «Vida la Vida», y tantos temas más, al punto que uno hubiese deseado que el recital durara lo que todos sus álbumes juntos.

Capítulo aparte para el uso ecológico de la tecnología, las pulseras con las luces una increíble forma de hacer participar al público, o mejor dicho, permitir que el público sea parte de la banda, los fuegos artificiales, los globos gigantes simulando los planetas de la galaxia, en definitiva un impresionante, enorme e inolvidable recital de estadio, un estadio con lleno total que me lleva a pensar si este tipo de fenómenos ocurren del mismo modo en otros lugares del mundo, tal vez sí, no lo sé, lo que sí sé es que la respuesta de nuestro público es absolutamente única.

Y como era de esperarse no podía faltar el homenaje a nuestro Soda Stereo, y al recordado Gustavo Cerati, con su tema «De Música Ligera» entonado por todo un estadio y rematado con el carismático Chris Martin repitiendo aquella frase final que ya es parte de todos nosotros: Gracias Totales!!!

Y sí, Gracias Totales Chris, Jonny, Guy y Will, Gracias Totales Coldplay!!!