lunes, 22 de diciembre de 2014

Y una noche de primavera cero me fuí a ver a JULIETA Y LAS INUITS!!!



El viernes 19 de diciembre se produjo una nueva presentación de Pedro Aznar en el Teatro Coliseo, con un espectáculo que el mismo bajista denominó "A la Carta", algo así como el "By Request" que se estila mucho en Estados Unidos. El público es el que vota los temas que desea escuchar, y el músico o la banda, en la medida de sus posibilidades, arma en base a eso el "Setlist".

Pero no es mi intención escribir sobre el recital del gran bajista argentino, sino del porqué no estuve aquella noche entre los espectadores del ex músico de Seru Giran. El motivo fue una banda que conozco desde hace ya algunos años, ellas volvían a presentarse sobre el escenario de la mítica Iglesia Sueca, eran "Julieta y Las Inuits". A esta altura de mi vida, se hace difícil lograr escindir el sentimiento, el afecto, de la crítica objetiva, imparcial, sin compromisos, claro está, alguna mente peregrina pensará que esto es imposible de hacer, quizás por lo elogioso de los comentarios, o por la casi ausente marcación de errores, pero crea el lector o no, en estos momentos escribo con absoluta objetividad lo que sentí y aprecié en una cálida noche, de una casi terminada primavera cero.

La Iglesia Sueca es de por sí un lugar muy cálido, muy acogedor, habitado por duendes mágicos que logran hacerlo sentir a uno tan cómodo que, creo no exagerar si digo que cualquiera viviría ahí casi como lo haría en su propia casa. En definitiva, el living de este nórdico lugar, hace las veces de escenario, y sobre el mismo se hallan Julieta y sus Inuits, prestas a regalarnos un esperado regreso.

Desde el mismo momento en que las luces comienzan a desaparecer sobre nuestras cabezas, surge la maravillosa voz de Merlina, una de las Inuits, la que nos sorprende con un set solista donde se suceden temas propios y covers seleccionados. El primer tema que suena es una adaptación de "Lolita" una canción de la banda punk argentina "Fun People", de la cual también interpretará "Burning Hearts", sin embargo, y estoy seguro de ello, las restantes canciones constituyen el mejor momento de Merlina: "Ni una Fuckin' Canción" es algo así como el tema con el que llegó a la vida, es el primer sonido con el que nació esta hermosa cuyana, inevitable escucharlo y traer su rostro a nuestras mentes. Tres creaciones mas surgirán de su voz "Canción del que está lejos", "Domingos bajo el sol",  y "Ella", pero donde decido detenerme es en la segunda de estas últimas tres, un tema autobiográfico, donde confluyen sentimientos, alegrías, tristezas, esperanzas, no deja de ser justamente una canción de esperanza...esas tres palabras "...sirvió para crecer" lo dicen todo, aquellos que ignoran la historia de vida de Merlina, quizás no entiendan este último comentario, yo los invitaría a dialogar con ella, vale la pena, y lo vale porque los seres humanos cuyas vidas no han sido fáciles, pero sin embargo no se doblegan y vuelven a caminar bajo el sol, merecen ser enaltecidos. Capítulo aparte para el guitarrista que acompañó a Merlina, cuyo nombre desconozco, mal aquí el cronista, pero que con una seguridad maravillosa acompañó cada párrafo entonado por nuestra querida cuyana.

La segunda parte del recital le correspondió totalmente a Julieta y Las Inuits (para eso vinimos, o no?), y debo decir que lo hicieron con la misma calidad y profesionalismo del que fuí testigo en su última presentación en vivo, que si mal no recuerdo, fue en Bemol Bar en el barrio de Palermo, hace unos dos años atrás. Sea bienvenida la incorporación de Carolina Isla Hidalgo al grupo, la que se desempeñó con mucha seguridad, convicción y buena voz, aunque se la notó un poco nerviosa, lo cual es comprensible ante la que fuera su primera presentación en público como una Inuit mas.

No dejó de generarme cierto dejo de nostalgia reencontrarme con Lorena Nuñez (una ex Inuit), hoy por hoy alejada de la banda, pero bueno, así son estas cosas de la vida, y de la música.

Julieta, como siempre, segura, profesional ciento por ciento, pendiente de cada detalle al frente de su bajo de cinco cuerdas (Julieta: el bajo es de cuatro, dice el Negro...), y con un look que le sentó muy bien, es mas, fue la primera Inuit con la que me crucé al entrar y me dejó casi absorto ante esa belleza sin estridencias, que ha sido un signo distintivo de la líder de la banda, una mujer culta, buena amiga, de gran calidad humana.

Capítulo aparte aquí también para Guillermo Krassner, el excelente percusionista/baterista invitado de las Inuits, para aquellos que no lo conocen, les cuento que estamos hablando de un ser humano de una nobleza extraordinaria, que con gran humildad y en absoluto silencio colabora con la Obra de Don Orione, la que desde ya, necesita de nuestra ayuda. Y como dato extra, les cuento que Guillermo tocó con el Carpo, o sea con Pappo, casi nada eh, y ha grabado un CD/DVD con muchos músicos famosos que han sido amigos del gran violero argentino y que se puede bajar de la página del Cottolengo Don Orione, ayudando de este modo solidariamente, y tal vez, por lo conversado con el, para marzo podamos adquirirlo directamente en nuestra disquería amiga.

Volviendo a la presentación de Julieta y Las Inuits, su setlist estuvo compuesto por un par de clásicos ya conocidos y por un par de temas nuevos, como era de esperarse que así fuera:
"Cadencia", "Poli", "Esferas", "Dream Tree", "Infancia a Colores", "Heterozamba", "Ven", "Desvanecer", "Ilusion" y "Happy Ending", de los cuales, debo confesarlo, me pueden "Ven" y "Happy Ending", dos de esos temas pegadizos que uno se lleva en la memoria y que casi, podría silbarlo durante todo un día, sin cansarme de hacerlo, es mas, lamento no tener aún un CD para poder darme el gusto de escucharlo.
 
Muy seguro y haciendo las veces de una primera y/o segunda guitarra lo noté a uno de los nuevos integrantes de las Inuits, un Inuit? del cual desconozco el nombre también, pero que prometo averiguarlo para la próxima crónica que escriba sobre ellas.
 
El cierre le correspondió a uno de los primos de Julieta (si es que no tengo mal el dato) que, puedo asegurarlo, es un talento escondido que está a punto de despertar, lo escuché haciendo una versión de "Bajan" el excelente tema del Flaco Spinetta, que no te volio dire, me voló la peluca...como así también el tema "Entre Caníbales" de Gustavo Cerati, que me llevó a reconocer la similitud de estilos que existe entre este muchacho y el ex violero de Soda Stereo.
 
Al comienzo de esta nota me refería a mi decisión casi imposible de alterar de ir a ver a Pedro Aznar, una noche de primavera cero en el Teatro Coliseo, tal cosa no ocurrió, en cambio me encontré celebrando el regreso a los escenarios de Julieta y Las Inuits, un esperado regreso, con una decisión alterada que me hizo cambiar a Pedrito Aznar por Julieta y Las Inuits, decisión de la que no me arrepiento, ni por un segundo. Salí de la Iglesia Sueca con la convicción de saber que estas princesas argento - nórdicas están para mas, sé que en algún momento otros escenarios contarán con su presencia, y tarde o temprano, un disco llegará a mis manos con sus maravillosas melodías.
 
Emprendo mi viaje a casa, feliz, completo, sabiendo que ví un buen recital, de grandes amigas, en el sentido mas noble del término amistad. Enhorabuena por este esperado y excelente regreso Julieta e Inuits!!! Vayan por mas, porque simplemente, están para mas!!!

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